El año pasado, Leornardo cursó el primer grado de primaria. Fue el mejor alumno de clase. Pese a eso, no lo promovieron a segundo año.
Según la Directiva 2015 del Ministerio de Educación (Minedu), solo entran a primer grado los niños con seis años cumplidos al 31 de marzo. Leonardo cumplió seis el 27 de abril.
Historia
Leornado es hijo único. Sus padres César Cervantes y Yoselin Flores, cuando su vástago cumplió dos años, lo llevaron a una Sala de Estimulación Temprana (SET). Al terminó del año le dieron un código de estudiante. Los inconvenientes llegaron cuando lo matricularon en una Institución Educativa Inicial. Cervantes hizo las consultas en la Ugel Sur y como el niño tenía el código le permitieron matricularse.
En la escuela "Madre del Divino Amor" de Paucarpata le generaron una ficha única de matrícula. Estudió tres, cuatro y cinco años con sus documentos en regla. No hubo ningún problema.
"Para primer grado lo cambiamos a otro colegio. Lo matricularon en el Colegio Ana Frank. Hasta ahí no habían problemas. En mayo nos comunicaron que el sistema no quería reconocer sus notas. Intentamos hasta junio y en septiembre me confirmaron que sus notas no ingresaban al sistema, como ya faltaba poco dejamos que terminara el grado como alumno libre y en diciembre iniciamos el juicio ante el Poder Judicial", cuenta César Cervantes.
Cuestionamientos
Para el abogado Gustavo Peralta Borja, que llevó el caso, Educación no cuenta con un estudio técnico o científico que indique que los que cumplan seis años hasta el 31 de marzo tiene un desarrollo cerebral y madurez para matricularse. Desde su perspectiva, esa decisión obedece al antojo de un burócrata que definió la fecha y bajo esa directiva a muchos les obligan a perder un año solo por unos días o meses de diferencia.
La Presidenta del Patronato Civil por la Calidad Educativa Regional, Esperanza Medina Lezama, no está de acuerdo con la delimitación de edad para ingresar a primer grado. Sostiene que hay muchas normas y reglas en el Minedu que no funcionan y no sirven para mejorar la educación. Ella cree que debería flexibilizarse la edad.
Justicia tardía
Después de 11 meses de proceso judicial, en octubre de este año, el Juzgado Constitucional de la Corte Superior falló a favor del menor. La jueza Karina Apaza Del Carpio ordenó a la Ugel Sur y emplazó al procurador Público del Gobierno Regional de Arequipa que continúe vigente su matrícula de primer grado en la Institución Educativa Ana Frank y que se valide en el Sistema de Información de Apoyo a la Gestión de la Institución Educativa (Siagie).
Su maestra Gladys Ventura en vez de alegrarse por la sentencia, se apenó. Dice que la justicia llega tarde y es cierto. Leonardo terminó el primer grado siendo el mejor de su salón pero no tenía notas oficiales. En marzo lo recibieron en segundo grado, pero la regularización de su matrícula dependía del Poder Judicial.
Estudió segundo hasta junio y como no salía la sentencia la dirección de su colegio dispuso que lo regresaran a primero para que no pierda la matrícula. Cuatro meses después sale la sentencia a su favor.
Los padres tienen dos alternativas, dejar que Leonardo continúe en primer grado o realizar un curso intensivo de segundo grado en estos dos meses que quedan. César Cervantes se inclina más por lo primero. Ya bastante daño se le hizo a su hijo. Además evalúa demandar a la Gerencia Regional de Educación (GREA).
El gerente de Educación, Guido Rospigliosi, dijo que acatarán lo que se disponga el Poder Judicial y cuando los notifiquen regularizarán la matrícula de Leonardo.
Tomado de:
Educación en Red
La República (Perú)
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